Los beneficios que montar en bicicleta tiene sobre la congestión del tráfico, el medio ambiente y la salud
Montar en bici en la ciudad
Los faros de bicicleta de alta tecnología están haciendo el ciclismo más seguro y ayudando a las autoridades a diseñar ciudades que funcionan mejor para los que se desplazan sobre dos ruedas.
Montar en bici es bueno para su salud y bueno para el medio ambiente. En un mundo donde la contaminación y la obesidad se están convirtiendo en problemas con una tasa de mortalidad cada vez mayor, desplazarse sobre dos ruedas parece una solución lógica. Y sin embargo, solo una pequeña parte de la población monta en bici en su rutina diaria.
En la Unión Europea, por ejemplo, solo el 12 por ciento de la población monta en bici cada día, mientras que el 50 por ciento se mueve en coche y el 16 por ciento utiliza el transporte público. (El porcentaje de población que camina es alto, pero la mayoría de los trayectos son demasiado largos como para realizarlos completamente o en gran parte a pie).
Una forma de sacar más partido a las dos ruedas es convertirlas en una parte clave de la planificación urbanística, algo que podría realizarse de manera más eficaz gracias a la nueva tecnología que puede proporcionar datos mucho más precisos sobre el comportamiento de los ciclistas.
"Los datos sobre el ciclismo han sido la Cenicienta del baile: se han ignorado", comenta Irene McAleese, cofundadora de See.Sense, que fabrica faros inteligentes de alta tecnología para ciclistas. "Se trata de un grupo invisible de personas y el riesgo reside en que si no obtenemos datos sobre cómo los ciclistas se mueven por la ciudad, no podemos planificar ni apoyar el ciclismo urbano".
Gracias a los faros de bicicleta con conectividad de See.Sense, los planificadores urbanísticos ahora pueden acceder a datos precisos en tiempo real facilitados por un gran número y variedad de ciclistas. Inspirados en la tecnología de la telefonía móvil, los faros utilizan sensores para "leer" el entorno, incluidas la dureza de la superficie de la calzada y la detección de atascos. Alrededor de 40.000 ya están en circulación en el Reino Unido.
Esta información puede utilizarse de manera anónima para proporcionar una imagen actualizada de las rutas ciclistas, comportamientos y puntos problemáticos de accidentes. Para los ciclistas, la principal ventaja es que los faros pueden "leer" la situación y adaptar el brillo y los patrones de destello consecuentemente, maximizando la vida útil de la batería y mejorando la seguridad.
Los beneficios de adoptar el ciclismo son claros, particularmente cuando las poblaciones en crecimiento ejercen cada vez más presión sobre el medio ambiente y las infraestructuras existentes. Si toda la UE montara tanto en bici como los daneses, grandes amantes de la bici, por ejemplo, se reducirían entre 55 y 120 millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año, lo que supone hasta una cuarta parte de la reducción de emisiones a la que la UE se ha comprometido para 2050, y se reduciría la importación de petróleo en un 9 por ciento.
En términos de beneficios para la salud, si cada londinense caminara o montara en bici durante 20 minutos cada día, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ahorraría 1.700 millones de libras esterlinas en gastos por tratamientos a lo largo de 25 años, según el análisis de la Autoridad del Gran Londres. Las estadísticas también sugieren que cuantos más ciclistas circulen por las calles, menor es la probabilidad de que un ciclista se vea involucrado en un accidente.
Sin embargo, persuadir a la gente para que monte en bici requiere esfuerzo y dinero. En Copenhague, además de los 48.000 aparcabicicletas y los 429 km de rutas ciclistas, incluidos semáforos programados para permitir que los viajeros en bici puedan desplazarse al trabajo y regresar a sus casas en trayectos sin paradas, existe un sitio web especializado para notificar baches y otros problemas que luego son abordados por las autoridades, lo que resulta crucial. La ciudad incluso ha instalado reposapiés y barandillas para que la espera en las grandes intersecciones sea más cómoda.
Otras ciudades están intentando ponerse al mismo nivel. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, se ha comprometido a invertir 770 millones de libras esterlinas en iniciativas ciclistas durante su mandato, incluidas nuevas rutas reservadas. Por otro lado, París pretende convertirse en la ciudad más ciclista del mundo con 10.000 nuevos aparcamientos para bicicletas previstos para 2020.
Sin embargo, el reto es saber dónde construir la nueva infraestructura para bicicletas para maximizar su uso y cómo mejorar su seguridad.
"A corto plazo, podemos ayudar a una ciudad a centrarse en los aspectos críticos: el volumen de ciclistas que pasan por cruces, las colisiones, los retrasos y los percances que se notifican. Esto permitiría a una ciudad poder anticiparse a los problemas y saber qué intersecciones son peligrosas antes de que pase algo", explica McAleese.
"A largo plazo, los datos pueden emplearse con fines de planificación en el sentido de cómo es la red ciclista en la ciudad y cómo debería ser, cuáles son las rutas más frecuentadas, dónde quiere desplazarse la gente realmente frente a dónde creemos que querría desplazarse".
See.Sense ya se ha involucrado en proyectos piloto con autoridades municipales en Mánchester y Dublín y se ha asociado a British Cycling, el órgano de gobierno nacional del ciclismo en el Reino Unido con el fin de emplear los datos para mejorar las infraestructuras ciclistas y aumentar la financiación para el fomento del uso de la bicicleta.
"Para las ciudades que quieren contar con más ciclistas, la principal barrera es la percepción de seguridad. Lo más importante para eliminar esa barrera es conseguir que la experiencia sea más segura y también más práctica", comenta McAleese.