Del combustible fósil a las renovables: cómo las grandes empresas se están pasando a las energías limpias

En todo el mundo, emergen grandes empresas como campeonas medioambientales a medida que se apresuran a invertir en energía renovable y a lograr la neutralidad en emisiones de carbono.

¿Te apetece una hamburguesa acompañada de un poco de energía renovable?

Los clientes del gigante de comida rápida McDonald’s podrían no saberlo, pero es lo que consumen cada vez más al comer su comida.

Y es que la mayor cadena de restaurantes del mundo pertenece al creciente número de empresas que están abandonando los combustibles fósiles.

En 2020, la empresa firmó un acuerdo por el que compraba 1,1 gigavatios (GW) de energía renovable de nuevos proyectos eólicos y solares estadounidenses, incrementando la capacidad de energías renovables de la red eléctrica nacional en el proceso.

Tras haber garantizado hasta ahora cinco de estos contratos de compra de energía virtual (PPA), la empresa está en la senda de proveer más energía renovable al país que la mayoría de empresas estadounidenses, y también estará a mitad de camino de alcanzar su objetivo con base científica de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 36% de aquí a 2030.1

McDonald’s no es ni mucho menos el único. Solo en 2020, más de 130 empresas de todo el mundo acordaron comprar un total de energías renovables de 23,7 GW (suficiente para suministrar energía eléctrica a 7 millones de hogares anualmente) lo que supone cuatro veces más que en 2017.2

España, que alberga abundante luz solar y conocimientos sobre renovables, experimentó un salto particularmente alto en PPAs renovables corporativos.

Allí, dichos contratos se incrementaron hasta los 4,2 GW en 2020 partiendo solo desde 300 MW el año anterior. En todo el país, empresas entre las que se incluyen Total y Anheuser Busch, están orquestando «PPAs virtuales transfronterizos», comprando su energía limpia allí para compensar el uso de combustible fósil en otras partes de Europa.

Los PPAs son una forma cada vez más popular para las empresas de alcanzar sus objetivos de emisiones. Hasta el momento, unas 1500 empresas de todo el mundo —entre las que se incluyen multinacionales como Amazon, Apple y Ford— se han unido a la iniciativa RE100, comprometiéndose a compensar el 100% de su consumo de electricidad con energía limpia. Se trata de un gran reto.

Los resultados económicos de estas empresas (ingresos totales de 114 billones de USD) equivalen a la mitad del PIB estadounidense, mientras que sus 3,5 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero están por encima del total anual de la Unión Europea.3

Según Bloomberg New Energy Finance, si los miembros de RE100 fueran capaces de cumplir sus objetivos exclusivamente con PPAs, esto supondría aproximadamente 93 GW de nueva energía solar y eólica adicional. Esto equivale a casi el 15% de la flota total alimentada por carbón de China.

El gigante minorista Amazon ha surgido como el mayor usuario corporativo de renovables con un total de 7,5 GW, y con carteras de PPAs eólicos y solares que abarcan desde Australia y Sudáfrica hasta Suecia y el Reino Unido. El objetivo de la empresa es gestionar todas sus operaciones  —desde oficinas y centros de distribución hasta centros de datos — con energías renovables de aquí a 2030, contribuyendo a alcanzar su objetivo de cero emisiones de carbono marcado para 2040.

Carbono cero, 24 horas, 7 días a la semana

Los esfuerzos de las empresas por reducir las emisiones de carbono con PPA caminan en la dirección correcta.

Pero ciertas empresas sienten la necesidad de ir incluso más allá en el impulso de sus credenciales medioambientales.

Los PPAs permiten a las empresas acceder a energías renovables a un precio fijo sin capital inicial. También actúan como una cobertura frente a una futura volatilidad de precios.

No obstante, los PPAs no significan que la energía generada a partir de fuentes renovables y adquirida mediante PPAs directamente vaya a impulsar operaciones comerciales. Esto sucede porque cada instalación corporativa está conectada a su red eléctrica regional como cualquier otro consumidor de electricidad. Lo que es más, la mezcla de energía en cada región suele incluir una combinación de energías renovables así como carbón a base de carbono y gas natural.

Para abordar esto, el gigante tecnológico estadounidense Google ha concebido una novedosa solución. Habiendo alcanzado las cero emisiones de carbono ya en 2007, ahora quiere pasar a estar completamente libre de carbono en 2030.4

Para lograrlo, la empresa planea obtener suficiente energía libre de carbono para igualar su consumo de electricidad en todas sus ubicaciones a cualquier hora, los 365 días del año.

Tomemos como ejemplo su centro de datos en Iowa. Aunque el 74% del consumo energético del centro fue igualado con energía libre de carbono en términos anuales, el grado de concordancia fluctuó significativamente debido a la disponibilidad intermitente del viento.

En los días de brisa, los parques eólicos locales contratados por Google pueden producir casi tres veces más energía de lo que necesita el centro de datos.

Pero en los días en los que el viento sopla con fuerza, el centro de datos apenas se iguala con la energía libre de carbono y, por el contrario, presenta un perfil intensamente basado en carbono (véase el gráfico).

Así que para lograr que se iguale la energía libre de carbono las 24 horas del día, la empresa planea aumentar sus contratos PPA existentes y continuar impulsando la eficiencia energética.

El centro de datos Google promedio ya consume la mitad de un centro de datos típico. La empresa también planea incrementar su capacidad de almacenamiento de energía. 

Mientras tanto, McDonald's, no contento simplemente con comprar PPAs, recientemente ha abierto su nuevo restaurante con cero emisiones netas en Orlando, Florida, donde se genera suficiente energía renovable in situ para cubrir todas las necesidades energéticas en términos anuales netos.

Los datos y el aprendizaje del complejo turístico insignia de Disney, que cuenta con techos de paneles solares y paredes transpirables que absorben CO2, serán utilizados para ayudar a que la cadena reduzca el consumo de energía y agua en otro lugar en sus operaciones globales  (e incita a reflexionar a otras empresas del sector).

[1] Emisiones generadas por restaurantes y oficinas de McDonald’s que toman como base el año 2015 en un objetivo aprobado por la iniciativa Objetivos con Base Científica (SBTi, por sus siglas en inglés). Los datos desde 2008 revelan que McDonald’s Estados Unidos se sitúa entre los 10 principales compradores corporativos estadounidenses de energías renovables.
[2] BNEF

[3] NewClimate Institute & Data-Driven EnviroLab (2020)

[4] Moving toward 24x7 carbon-free energy at Google data centers

Imagen del banner: Kurushima-kaikyo-ohashi Bridges, from Mt. Kiro © Imabari District Sightseeing Association (Licensed under CC BY 4.0)  
The night view of Iojima Bridge © roadsend1946 (Licensed under CC BY 4.0)

 

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