La insólita defensora del medio ambiente

China, el país que más contamina en el mundo, ha aceptado el reto de convertirse en un país más sostenible.

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Resulta imposible pasar por alto las deprimentes estadísticas y los artículos de prensa acerca del medio ambiente. Y aun así, seguimos contaminando los océanos, desperdiciando comida y consumiendo montones de carne. El mensaje simplemente no está llegando. 

Peggy Liu, cofundadora de Joint US-China Collaboration for Clean Energy (JUCCCE), argumenta que para ganar la batalla contra el cambio climático, los expertos en sostenibilidad necesitan dominar un lenguaje diferente.

"Durante al menos 30 años, los ecologistas han intentado averiguar cómo hacer que las personas lleven un estilo de vida sostenible, pero básicamente han fracasado", comenta Liu.  

"Los ecologistas deben abandonar el lenguaje de los documentos técnicos y las estadísticas que se dirigen al cerebro, y adoptar el lenguaje del corazón y la conexión humana. Necesitamos un nuevo lenguaje de sostenibilidad. La mejor forma de cambiar las convenciones sociales es mediante presentaciones episódicas en los medios, ya que estas transmiten historias humanas que tocan el corazón de las personas y llegan a ellas reiteradamente". 

Liu ha estado poniendo esto en práctica en China, que durante la última década ha surgido como el paradigma del éxito de la sostenibilidad para sorpresa de todos. El motor ecológico del país ha incluido la publicidad masiva, desde una avalancha de programas ambientales en la televisión pública hasta carteles publicitarios, florales y llamativos, de JUCCCE, para promocionar el "sueño de China" de un consumismo sostenible. 

El sólido respaldo del presidente Xi Jinping ha sido otro factor fundamental a la hora de colocar el medio ambiente en lo más alto del orden del día: el tema fue mencionado más de 100 veces en su discurso a la nación en octubre.

Aunque continúa siendo de lejos el mayor responsable de emisiones de carbono en el mundo, los niveles de contaminación alcanzaron su máximo en 2014 y ahora están disminuyendo. China es también el máximo inversor en energías renovables y la importancia relativa del carbón como combustible está descendiendo. Fundamentalmente, el consumo energético total está aumentando a un ritmo más lento que la economía.

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Ciudad por ciudad

El respaldo del liderazgo chino y la gran extensión del país le han permitido desarrollar un enfoque único para promover nuevas tecnologías e ideas ambientales: se han seleccionado determinadas ciudades que se han convertido en centros de innovación independientes con la adopción de las prácticas con más éxito a nivel nacional.

"Cada ciudad es básicamente un laboratorio de soluciones sostenibles y, de manera conjunta, es un poco como tirar muchos dardos a una diana: al menos uno o dos de ellos darán en el blanco", comenta Liu. "Cuando tienes 1.300 millones de habitantes y estás intentando prever qué pasará en los próximos 50 o 100 años, realmente no importa si muchos de estos ensayos no funcionan".

Puede que China sea el único país con capacidad para experimentar ciudad por ciudad, pero hay lecciones que otros países pueden aprender de su cruzada medioambiental. Un programa de educación obligatoria para altos cargos del gobierno es una de ellas. Otra es la importancia de establecer objetivos firmes y plazos como algo consagrado en el sistema chino de planes quinquenales.

"Debes tener objetivos cuantificables. Si las empresas deben rendir cuentas a través de planes de empresa, ¿por qué no pueden hacerlo los países? China es capaz de llevar a cabo infraestructuras a gran escala y cambios económicos como una empresa multinacional", afirma Liu.

Es vital implicar a los ciudadanos de manera individual en estas iniciativas y cambiar sus costumbres diarias. El Proyecto Drawdown, la primera lista comparativa de soluciones para revertir el cambio climático, plantea la reducción de desechos alimentarios como la solución número tres y el consumo de una dieta rica en vegetales como la número cuatro. China ha tomado medidas para abordar los residuos con la campaña "Plato limpio" a nivel nacional. Sin embargo, el consumo de carne se ha disparado con el crecimiento del PIB per cápita. Para ayudar a combatir esta tendencia, Liu ha lanzado el programa de educación "Héroes de la alimentación" en las guarderías chinas. Este programa enseña a los niños cómo comer de forma adecuada para su salud y para el planeta.

Liu está convencida de que China continuará luchando enérgicamente contra el cambio climático y de que ganará la batalla: "Llevará tiempo, pero se conseguirá".