Aires de cambio

El futuro de la energía eólica podría estar en el aire, literalmente, gracias a la tecnología de drones.

La aportación del viento a la producción de electricidad global se ha multiplicado por 100 en las últimas tres décadas, aun así solo supone un 4,4% del total. Estos datos destacan tanto el potencial de esta fuente de energía renovable como sus limitaciones –la instalación de turbinas suele ser objeto del rechazo de la opinión pública por su aspecto feo, la energía solo se produce cuando sopla el viento y, al ser la envergadura de las turbinas similar a la de un Boeing 747, su eliminación resulta cada vez más problemática.

TwingTec cree haber encontrado una solución a estos problemas –literalmente en el aire. Básicamente, la empresa emergente suiza ha desarrollado un dron que puede volar a alturas elevadas mientras permanece unido a una estación en tierra mediante un cable largo. (Se hace referencia al dron también como "ala atada" ("tethered wing"), o abreviado "Twing", de ahí su nombre).

El dron puede ascender 300 metros desde la estación de tierra, donde los vientos son hasta ocho veces más fuertes que a 18 metros de altura, la altura de aerogeneradores comparables. 

"En comparación con los aerogeneradores, producimos mucha más energía con mucho menos material", comenta Rolf Luchsinger, CEO y cofundador de TwingTec. "Más energía porque podemos volar más alto donde el viento es más fuerte y menos material porque reducimos el aerogenerador al mínimo. No necesitamos la torre ni los cimientos, lo que significa que podemos deshacernos de hasta el 90% del material". 

A largo plazo, esto debería traducirse en energía más barata y también en menos residuos –reciclar viejos aerogeneradores se está convirtiendo en un gran problema

En el ámbito de los componentes, TwingTec puede sumarse a dos industrias que actualmente están en auge: los coches eléctricos y la aviación eléctrica. La inversión a gran escala en estos sectores, incluidos gigantes como Uber y Airbus, podría conllevar la producción masiva de piezas y, por lo tanto, disminuir drásticamente los costes de componentes para TwingTec. 

Futuro en alta mar

La mayor ventaja de TwingTec presumiblemente se sitúa en los océanos más profundos del mundo. "Estoy totalmente convencido de que lo que realmente tiene que pasar es que el viento vaya mar adentro", dice Luchsinger, "ya que hay muchísimo espacio y un viento perfecto".

Hoy en día, los parques eólicos marinos solo pueden construirse en aguas relativamente poco profundas ya que las vertiginosas torres deben anclarse en el suelo marino. En cambio, los drones atados de TwingTec no necesitan ninguna torre ni cimientos, lo que significa que pueden volar desde una plataforma flotante y pueden ubicarse en cualquier parte de cualquier océano. 

Esto no solo supondría la ventaja de explotar los vientos de mayor velocidad que soplan en zonas marinas más alejadas, sino que también mitigaría un problema secundario de los aerogeneradores, no menos importante: en general, la gente prefiere no mirarlos. En alta mar, si podemos adentrarnos en aguas profundas, la central de energía eólica no es visible desde la orilla y no molestará a nadie. Además, cuando no hay viento, los drones de TwingTec pueden estar en tierra, lo que los hace aún menos molestos visualmente. 

Luchsinger estima que sus turbinas están a solo tres años de poder comercializarse en el mercado. El siguiente paso para TwingTec es crear un producto viable para el mercado "sin conexión a la red eléctrica" –islas, minas y comunidades con base en ubicaciones remotas. "Este mercado sin conexión a la red eléctrica resulta atractivo para nosotros porque hay un gran problema que solucionar: en él, la energía aún es producida por generadores diésel", comenta Luchsinger. "Y estos generadores diésel producen electricidad cara, generan ruido y su funcionamiento logístico es muy difícil en términos de transporte de combustible. Estas personas definitivamente necesitan soluciones con las que se puedan reducir los costes".

Luchsinger cree que esta aplicación sin conexión a la red eléctrica es la perfecta entrada al mercado para TwingTec y una prueba de fuego ideal para la viabilidad del sistema. Mientras que los aerogeneradores son sencillamente demasiado grandes de transportar y demasiado caros de instalar, el sistema de TwingTec es relativamente transportable y fácil de implementar en lugares remotos. 

Una vez que Luchsinger y su equipo hayan comprobado que tienen una solución eficiente y rentable para grandes consumidores de energía sin conexión a la red eléctrica, empezarán a centrarse en aplicaciones conectadas a la red. En otras palabras, empezarán a estudiar cómo puede TwingTec contribuir (y sacar partido) al enorme mercado eléctrico de miles de millones de dólares. 

"Si crees en la idea, tienes que asumir riesgos", insta Luchsinger. "Porque, es cierto, podría llevar más tiempo, quizás otro año más, pero la recompensa podría ser enorme, y no me refiero solo a la recompensa económica, sino para la sociedad".