Vivir por encima de nuestras posibilidades: Día de la Deuda Ecológica

En menos de siete meses, los seres humanos han consumido todos los recursos naturales que el planeta puede reponer para todo el año. Nuestro modelo cuantifica el impacto de la actividad humana en el medio ambiente, así como el de las principales empresas del mundo.

El 29 de julio es la fecha que todo el mundo debería marcar en su calendario en 2019.

Se trata del Día de la Deuda Ecológica, el día en el que los seres humanos habrán consumido una cantidad de recursos naturales equivalente a todos los recursos naturales que el planeta puede reponer en un año como madera, pescado, agua y minerales.

Durante el resto del año, estaremos consumiendo lo que debería estar disponible para futuras generaciones y produciendo residuos como emisiones de dióxido de carbono como resultado de ese consumo.

Lo preocupante es que el Día de la Deuda Ecológica, calculado por la organización sin ánimo de lucro Global Footprint Network (GFN), ha venido cayendo cada vez más temprano en el año desde el inicio de la década de los 70, cuando por primera vez en la historia la demanda de recursos de la humanidad aumentó por encima de lo que la naturaleza podía soportar.

La investigación de Mega presenta una imagen igual de alarmante, pues muestra que la actividad humana y los residuos que esta genera están ocasionando cambios potencialmente irreversibles para el ecosistema del planeta.

Nuestro análisis, basado en una herramienta de medición de la biocapacidad llamada marco de referencia de los Límites Planetarios (LP), cuantifica el consumo de recursos y las emisiones de residuos en todas y cada una de las 100 empresas principales que constituyen la economía global. 

Desarrollado por el Centro de Resiliencia de Estocolmo, el modelo evalúa el estado del ecosistema en nueve dimensiones medioambientales, incluidas el uso del agua, el uso de la tierra y la destrucción de la capa de ozono, entre otras, para establecer el "espacio operativo de seguridad" ecológico dentro del cual deberían desarrollarse las actividades humanas.

Ya se han rebasado cuatro de esos umbrales.

A modo de ejemplo puede tomarse el flujo bioquímico de nitrógeno y fósforo.

El nitrógeno y el fósforo son macronutrientes ampliamente utilizados en fertilizantes. La agricultura intensiva, la actividad industrial y el crecimiento demográfico han aumentado el volumen de macronutrientes en ríos y océanos hasta alcanzar niveles peligrosos, ocasionando también un excesivo crecimiento de algas.

Esto plantea un problema ya que las algas agotan el oxígeno presente en el agua, matan plantas acuáticas y peces en un proceso llamado eutrofización. Los científicos estiman que las zonas marinas sin oxígeno o "zonas muertas" se han cuadruplicado desde la década de los 50, amenazando los ecosistemas marinos de todo el mundo.1

Nuestro análisis del nivel industrial indica que se están emitiendo residuos bioquímicos a un ritmo que es un 40% superior al que el medio ambiente puede soportar.

Sin embargo, no todo es fatalidad y pesimismo.

Existen indicios de que los esfuerzos para frenar el daño medioambiental (ya sean medidas políticas o tecnologías innovadoras para paliar la degradación ecológica) están empezando a dar sus frutos. 

Según GFN, entre la década de los 70 y 2014, el Día de la Deuda Ecológica cayó, de media, tres días antes cada año. Sin embargo, desde entonces el ritmo se ha reducido a menos de un día por año.

Nuestro modelo también deja lugar al optimismo. Muestra que algunas de las industrias que sirven a la silvicultura y a otros sectores medioambientales están consiguiendo reducir la cantidad de residuos bioquímicos que producen, asistidas por tecnologías innovadoras en ámbitos como el control de la contaminación.

Estas empresas desempeñan un papel fundamental a la hora de pagar nuestra "deuda" medioambiental y vivir dentro de nuestras posibilidades.

Mega_GEO_Eutrophication
[1] https://science.sciencemag.org/content/359/6371/eaam7240

Sobre

Mega

Mega pretende impulsar y enriquecer el debate sobre cómo crear una economía y una sociedad que funcionen mejor

Las megatendencias son las potentes fuerzas socioeconómicas, medioambientales y tecnológicas que definen nuestro planeta. La digitalización de la economía, la rápida expansión de las ciudades y el agotamiento de los recursos naturales de la Tierra son solo algunas de las tendencias estructurales que transforman la manera de gobernar países, dirigir empresas y vivir la vida.

Photo of Mega