¿En qué debería gastar Bezos sus 10.000 millones de dólares?

En almacenar el CO2, en estabilizar el permafrost y el dividendo de delfines. Según nuestros expertos de Mega, en esto debería gastar sus miles de millones de dólares el fundador de Amazon.

Cameron Hepburn

Para que Bezos consiga el máximo impacto, deberá centrarse en tecnologías en las que avances relativamente moderados puedan tener efectos impresionantes. Esto se debe a que, si bien 10.000 millones de dólares son una cantidad enorme para ser una donación de una persona, suponen una gota en un océano en comparación con los billones de dólares e incluso más que se necesitan cada año para dar un giro a la economía global desde los combustibles fósiles hacia las energías limpias. Por ejemplo, no hará falta una gran mejora en las baterías para que los vehículos eléctricos se adelanten a la conveniencia y la versatilidad de los coches con propulsión tradicional. De forma alternativa, Bezos podría invertir en tecnologías emergentes de captura y almacenamiento de carbono que podrían almacenar el CO2 en cemento u otros productos, o capturar y almacenar CO2 mediante reforestación y restauración de ecosistemas. Sus fondos podrían aprovecharse haciendo más atractivas las inversiones en estas áreas para que otras personas aporten también su capital privado. 

Chris Goodall

Si pudiéramos capturar el CO2 del aire (no solo de flujos concentrados de gases de combustión) por menos de 100 dólares por tonelada, probablemente habríamos solucionado el problema del cambio climático. Este método económico nos permitiría conseguir dos cosas: primero, crear sustitutos sintéticos del petróleo y otros hidrocarburos a un precio competitivo respecto a los equivalentes fósiles y, segundo, reducir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera sin arruinar la economía mundial. El dinero de Bezos debería invertirse en investigación y desarrollo para conseguir estos objetivos. Su compañero filántropo Bill Gates ya ha respaldado a uno de los dos competidores comerciales más importantes que existen en la captura directa del CO2 del aire. Bezos debería concentrarse en investigación esencial en la química de absorción de CO2 y en cómo podemos almacenar a costes competitivos todo el CO2 que necesitamos para eliminarlo del aire de forma permanente.

Vaclav Smil

¿Qué cantidad de salvación medioambiental se puede comprar con 10.000 millones de dólares? Solo tenéis que calcular conmigo ya que podemos estimar el impacto potencial observando el coste de la "Energiewende" (transición ecológica) de Alemania. El Ministerio Federal Alemán de Economía y Energía lo fija en 323.000 millones de dólares entre 2000 y 2019. En el año 2000 (empleando conversiones BP) Alemania consumió unos 292 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) de combustibles fósiles. En 2019, el consumo todavía fue de unos 250 millones de tep. Reducir la combustión de carbono del país en 42 millones de tep cuesta unos 7.700 dólares por tep de carbono fósil eliminado. 
Si damos por sentado que el dinero de Bezos se invertirá tan brillantemente como se ha hecho con la Energiewende, entonces 10.000 millones de dólares disminuirían el consumo global de carbono fósil en unos 1,3 millones de tep. La combustión mundial de combustibles fósiles es ahora de unos 11.700 millones de tep, ¡por lo que el obsequio podría disminuirla en un 0,01%! Suponiendo, por supuesto, que un 40% de ese obsequio no irá destinado a gastos generales exigidos por una burocracia establecida para desembolsarlo. 

Leo Johnson

¿Qué es lo primero que me gustaría que Jeff Bezos financiara? La estabilización del permafrost alrededor del lago Baikal de Rusia. En octubre de 2019, una expedición investigadora de 70 científicos encontró una zona de agua burbujeante, con columnas de gas metano escapándose del permafrost en concentraciones 6 o 7 veces superiores a los niveles normales. ¿Por qué es relevante este hallazgo? Almacenadas bajo el hielo del lago Baikal, hay aproximadamente 424 gigatoneladas de metano, un gas de efecto invernadero que, a lo largo de un período de 20 años, se estima un 80% más potente que el CO2. En 2014, el científico especialista en clima y catedrático Jason Box declaró: "Si tan solo una pequeña parte del carbono en el fondo del mar Ártico se liberara a la atmósfera, estaríamos jxxxxxx". Parece que está empezando a suceder.
Estabilizar el metano no es una tarea sencilla. Además del deshielo, otro riesgo a largo plazo es que el descenso de los niveles del agua en el lago reduzca la presión que mantiene el gas debajo del hielo. Los niveles del agua ya han descendido y China está planteando ahora una tubería de 2.000 km para desviar agua desde el lago hasta Lanzhou en el noroeste de China.
¿Existe algún atisbo de esperanza en la estabilización del hielo? Una respuesta a corto plazo puede llegar en forma de una solución de tecnología relativamente baja. Utilizar una red de satélites para detectar exactamente dónde se está derritiendo el hielo (y el metano posee un resplandor característico que ya permite a la inteligencia artificial detectar su rastro distintivo de forma relativamente sencilla en yacimientos petrolíferos). Una vez que se hayan localizado las fugas, con los puntos de vulnerabilidad que inicialmente se creían estar limitados a las riberas del lago, instalar una red de termosifones (las bombas de calor subterráneo que se emplean en todo el Ártico en la construcción) para succionar el excedente de calor y estabilizar la capa de permafrost. En términos de rentabilidad de inversión, esta sería mi primera apuesta. 424 gigatoneladas es un montón de metano.

Stuart Orr

¿Y si Jeff Bezos fuera un amante de los delfines del río Amazonas?
La ciencia lo tiene muy claro: podemos cumplir los objetivos de clima y energía globales sin represar el resto de los ríos del mundo que fluyen libremente y sin renunciar a todos los diversos beneficios que proporcionan a los seres humanos y a la naturaleza. Pero al haber muchos países estancados en una mentalidad del siglo XX, las presas hidroeléctricas que entrañan riesgos innecesarios y crecientes se ciernen sobre muchos de estos ríos. Jeff Bezos debería interrumpir estos planes destructivos invirtiendo sus 10.000 millones de dólares en proyectos de energías verdaderamente renovables y limpias, como la solar y la eólica, en el Amazonas, los Balcanes y los ríos Irawadi, Mara y Mekong. Sus inversiones transformadoras generarían la energía deseada a la vez que preservarían estos ríos, así como las pesquerías, granjas, negocios, ciudades, deltas y la biodiversidad (incluidos obviamente los delfines de río) que los ríos sostienen. Los miles de millones de Bezos también mandarían un claro mensaje a lo largo y ancho de todo el mundo: los ríos y humedales sanos deben protegerse ya que son la mejor defensa contra los impactos climáticos que se nos presentan, impactos que se "dejarán sentir inmediata e intensamente a través del agua". Y esos miles de millones dejarían una estela ejemplar que traería consigo una riada de otras fuentes de financiación públicas y privadas.
Y con su "dividendo de delfines", puesto que sus inmensas inversiones generarían beneficios, Bezos podría financiar la eliminación de presas obsoletas para restablecer el caudal y la vida de otros ríos, lo que impulsaría aún más los efectos globales para construir sociedades, economías y ecosistemas más resistentes.