La ruta genética hacia la quimioterapia

El tratamiento del cáncer no es solo cuestión de desarrollar nuevos medicamentos, sino de sacar el máximo partido a los ya existentes. El análisis genético muestra cómo hacerlo.

En ocasiones, las mejores soluciones de alta tecnología son las que mejoran la tecnología ya existente.

Véase el tratamiento del cáncer.

En el Hospital Universitario Infantil de Ginebra, el profesor Marc Ansari está utilizando herramientas vanguardistas de secuenciación genética para crear perfiles genéticos individuales para pacientes de cáncer. Tiene como objetivo que cada paciente disponga de un combinado de fármacos tradicionales personalizado que asegure la máxima efectividad.

Básicamente, la mayoría de los tratamientos establecidos de lucha contra el cáncer son muy efectivos. El problema reside en cómo y en qué dosis administrarlos.

Y es primordial hacerlo correctamente.

Las cifras aproximadas sugieren que entre un tercio y la mitad de la población en los países desarrollados sufrirá cáncer en algún momento de su vida, mientras que la mortalidad del cáncer supera el 16 por ciento a nivel mundial.

La quimioterapia, por ejemplo, suele conllevar un sacrificio desagradable para el paciente: el cansancio, la caída del pelo, las náuseas y las infecciones son complicaciones típicas. Para minimizar los efectos secundarios a la vez que se maximiza la efectividad de los medicamentos que combaten el cáncer, la dosificación debe ser la correcta.

Y es aquí donde las técnicas de inspiración genética de Ansari pueden ayudar.

cancer death

Tratamiento a medida

Las terapias deben ser personalizadas ya que diferentes personas reaccionan de manera diferente a los tratamientos que se ofrecen. Algunos pacientes son sumamente vulnerables a los efectos tóxicos del régimen de medicamentos. Otros presentan una mayor tolerancia o procesan las sustancias químicas rápidamente, restando eficacia a las dosis normales.

"Algunas personas experimentan demasiada toxicidad, mientras que otras muestran resistencia", comenta Ansari.

Entretanto, la manera en la que las propias células cancerosas reaccionan al tratamiento también varía.

Así que para diseñar el régimen de tratamiento perfecto, el equipo de Ansari analiza la genética tanto de las células sanas como de las enfermas de los pacientes.

"Debemos identificar los genes que tiene cada paciente", comenta Ansari.

Todo esto gira en torno a la construcción de una base de datos que catalogue cómo las personas individuales y las células cancerosas con diferente composición genética han respondido a los tratamientos en el pasado.

A tal fin, la organización de Ansari, el laboratorio de investigación CANSEARCH, que lleva a cabo proyectos de investigación con sede en el Hospital Universitario de Ginebra, ha iniciado estudios en más de 20 países para recoger el mayor número posible de pruebas de ADN. Agrupan ADN de diferentes poblaciones (las personas de diferentes razas suelen reaccionar de manera distinta a una medicación dada) y de poblaciones homogéneas que sufren la misma enfermedad para comprobar en qué medida un factor genético afecta a la capacidad de respuesta frente a los medicamentos suministrados.

"Es bastante sencillo identificar qué genes tiene cada paciente y, por lo tanto, qué genes codificarán las distintas enzimas y determinar entonces la dosis exacta que deberemos suministrar al paciente", comenta. "Lo que resulta difícil saber es qué combinado utilizar, el tipo de fármaco de quimioterapia. La precisión no consiste solo en un medicamento, sino quizá en un conjunto de varios medicamentos con el que podamos matar esa célula cancerosa en particular".

number of people with cancer

Big data para vencer el cáncer

Desarrollar una base de datos exhaustiva es un factor decisivo para lograr el mejor tratamiento rápidamente, ya que la rapidez es esencial, especialmente en el tratamiento de niños.

"Los niños crecen continuamente, por lo que sus células se multiplican a gran velocidad, es decir, que el desarrollo del cáncer es muy muy rápido en ellos. Cuando los niños llegan a urgencias, tenemos que empezar la quimioterapia muy rápidamente para conseguir controlar la enfermedad", según Ansari.

Para las empresas farmacéuticas, el mayor obstáculo para  personalizar la medicina con los medicamentos existentes es su coste. Estos tratamientos en niños no generan grandes ingresos adicionales. Por este motivo, este tipo de investigación depende de las entidades benéficas y de los organismos públicos, comenta Ansari.

Por supuesto, los enfoques totalmente nuevos también desempeñan su papel. Por ejemplo, el equipo de Ansari también emplea un tratamiento que modifica los genes en un tipo de células inmunes del paciente para que ataquen las células cancerosas.

"Se le conoce como célula CAR-T, la célula T con receptor de antígeno quimérico. La genética del sistema inmunitario se modifica mediante la inyección de un virus en ciertas células del paciente. Las nuevas células expresan un receptor que se dirige a los marcadores que están en la superficie de una célula cancerosa, para así ayudar al sistema inmunitario a matar la célula cancerosa", explica.

Las células cancerosas suelen tener marcadores moleculares específicos en su superficie que pueden ser atacados por las células inmunes modificadas.

Sin embargo, aún no existe la fórmula mágica. Igual que los medicamentos convencionales, los tratamientos con células del sistema inmunitario modificadas que atacan el cáncer también pueden tener desagradables efectos secundarios. En este caso, terminan atacando el tejido sano que tiene las mismas etiquetas moleculares que el cáncer, provocando respuestas tóxicas en el paciente.

Sin embargo, este tratamiento se sigue desarrollando y perfeccionando constantemente.

"La tecnología está mejorando siempre, por lo que contamos con más herramientas para analizar, avanzar y responder mejor a las cuestiones planteadas por el cáncer", comenta Ansari. Y las herramientas se presentarán como un portafolio de tratamientos más que como medicamentos individuales. "La medicina de precisión que planteamos actualmente es todavía una medicina unidimensional, mientras que probablemente en unos años se convierta en multidimensional".