La era de la extinción: la carrera por salvar el planeta

La actividad humana está amenazando el delicado equilibrio entre el clima y la biosfera. Por este motivo, la protección de la biodiversidad es tan importante como la reducción de las emisiones de carbono.

Las cianobacterias son microbios antiguos que viven en el agua, causantes de la lama verde que puede verse con frecuencia flotando en lagos y ríos.

Para el observador ocasional, estos organismos similares a las algas pueden parecer molestos. Pero sin ellos, el planeta carecería de la atmósfera que sustenta la vida.

Hace unos 2.500 millones de años, las cianobacterias encontraron formas de captar la energía de la luz solar, consumir dióxido de carbono y descargar oxígeno como residuo al aire. Con el paso del tiempo, los niveles de oxígeno en la Tierra fueron aumentando, transformando el medio ambiente a escala planetaria.1

La denominada Gran Oxidación permitió que floreciera la vida en la Tierra y sentó las bases para el Holoceno, un periodo cuya característica distintiva ha sido la estabilidad del clima.

Pero el equilibrio entre el clima y la biosfera ahora está amenazado.

El hecho de que políticos y empresarios hayan considerado el cambio climático como la cuestión medioambiental más apremiante supone un problema. Al hacer esto, han pasado por alto la estrecha relación que existe entre el clima y la biosfera.

La protección de la biodiversidad es tan importante como la reducción de las emisiones de carbono.

"Si damos marcha atrás en el tiempo, podemos ver que los procesos biológicos conforman el clima. La biodiversidad ayuda a estabilizar el sistema de la Tierra", comenta el Dr. Tim DuBois, investigador de sistemas terrestres y del marco de referencia de los Límites Planetarios en el Centro de Resiliencia de Estocolmo (SRC, por sus siglas en inglés).

"Ahora observamos que este equilibrio está amenazado porque tenemos la intervención de otro agente: el ser humano".

Un informe pionero de la ONU en 2019 destacó la gravedad de las amenazas a las que se enfrenta la biodiversidad. Advirtió que un millón de especies animales y vegetales se encuentran en peligro inminente de extinción.

La investigación realizada por el Dr. DuBois y sus compañeros en el SRC dibuja un panorama igual de alarmante.

El modelo de Límites Planetarios del SRC, que fue desarrollado en 2009 para medir el cambio medioambiental en nueve dimensiones ecológicas, calcula que el índice de pérdida de especies es muy superior a lo que los registros históricos consideran sostenible.

Este modelo establece que el índice de pérdida de especies animales y vegetales debe estar por debajo de diez extinciones por cada millón de especies anualmente.

Pero el ritmo actual de pérdida de biodiversidad es 100 veces superior a ese índice.

Otro estudio dirigido por investigadores del SRC observó el vínculo entre la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.2 La conclusión fue que la primera influye directamente sobre el segundo de varias maneras. Y lo que es más importante, el cambio climático afecta negativamente a los ecosistemas reduciendo su capacidad de absorber carbono.

Los investigadores calculan que este circuito de retroalimentación aumentará en 0,4 ºC más la temperatura mundial para 2100. Resulta preocupante que el vínculo entre ambos "no se incluya de forma sistemática en las proyecciones o políticas sobre el cambio climático", afirma el estudio.

"Confusa y complicada"

No hay excusa para tal omisión.

De hecho, el mundo ha contado con un conjunto de metas sobre biodiversidad desde hace casi 10 años –mucho antes de que entrara en vigor el Acuerdo de París sobre el calentamiento global.

Unos 196 países firmaron las Metas de Biodiversidad de Aichi en 2010 con el compromiso de cumplir con 20 objetivos estratégicos de biodiversidad antes del final de esa década.

Siendo casi seguro que se alcanzará tal fecha límite sin éxito, los responsables políticos están desesperados por imprimir un nuevo sentido de urgencia a los esfuerzos para detener la pérdida de la biodiversidad. La cancelación de la cumbre de la ONU sobre biodiversidad prevista para este año proporciona un incentivo adicional.

Concretamente, los responsables políticos tienen interés en acordar un conjunto de metas cuantificables de biodiversidad para el año 2030. Entre las recomendaciones del borrador se incluyen:3

• Conservar y restablecer los ecosistemas de agua dulce, marinos y terrestres, aumentando al menos en un 50% las áreas terrestres y marinas sujetas a una exhaustiva planificación del espacio que aborde el cambio en el uso de la tierra y el mar
• Proteger lugares particularmente importantes para la biodiversidad mediante zonas protegidas y otras medidas de conservación efectivas por áreas, abarcando al menos el 60% de esos lugares y, al menos, un 30% de las áreas terrestres y marinas
• Reducir la contaminación resultante del exceso de nutrientes, biocidas, residuos plásticos y otras fuentes en, al menos, un 50%
• Contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático y a la reducción del riesgo de desastres, aportando alrededor del 30% del esfuerzo de mitigación requerido para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París

El Dr. DuBois considera que, aunque el borrador es un buen punto de partida, es importante reconocer que la protección de la biodiversidad requiere un enfoque más matizado que una meta contundente al estilo de lo acordado en París.

"En comparación, el cambio climático es sencillo. Tenemos un número de objetivos físicos concretos como la concentración de CO2 en la atmósfera. La biología es confusa y complicada, y requiere una valoración cultural y un juicio de valor", explica.

"Para lograr metas de biodiversidad, necesitamos definir fuerzas directas e indirectas: el ecosistema, la contribución de la naturaleza para con las personas y la sociedad, y los problemas socioecológicos. Además, necesitamos saber cómo interactúan todas ellas. Estamos ampliando este sencillo entendimiento (del Acuerdo de París) a un constructo más matizado del sistema terrestre".

Empresas y biodiversidad

No solo los gobiernos pueden llevar a cabo cambios, sino que las empresas también desempeñan un papel primordial en la conservación de la naturaleza.

Las empresas podrían, por ejemplo, incluir su huella sobre la biodiversidad o sus metas de preservación de la biodiversidad en sus informes trimestrales –algo que algunas empresas francesas ya están obligadas a publicar por ley– o integrar la protección de especies o la restauración de los hábitats en sus políticas de crecimiento y compromiso.4

Lo que es más, existe un gran margen para impulsar la inversión en la industria de productos y servicios medioambientales, un sector en rápida evolución en el que está floreciendo la innovación centrada en proteger y restablecer el ecosistema. Existen oportunidades comerciales viables que ya están emergiendo en ámbitos como la polinización, la filtración del agua, la producción de oxígeno y la protección frente a inundaciones.

Los científicos han estimado que la contribución económica del mundo natural puede alcanzar los 125 billones de USD anuales.5

El Dr. DuBois insta a ciudadanos y empresas a hacer que la biodiversidad sea una cuestión importante día tras día.

"Si hacemos posible que la gente hable habitualmente sobre la biodiversidad en sus casas con la misma claridad que lo hacemos sobre el cambio climático, los ciudadanos pueden influir en el mundo empresarial y los votantes pueden influir en la esfera política para impulsar los cambios que necesitamos", asegura.

"De esta forma, comprenderemos mejor cómo vivimos en la Tierra y lo que verdaderamente significa protegerla".

[1] B. E. Schirrmeister, J. M. de Vos, A. Antonelli, H. C. Bagheri. La evolución de la pluricelularidad coincidió con el aumento de la diversificación de cianobacterias y la Gran Oxidación. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2013; DOI: 10.1073/pnas.1209927110
[2] Lade SJ et al. (2019) Formas potenciales de retroalimentación entre la pérdida de la integridad de la biosfera y el cambio climático. Global Sustainability, 2, E21. doi:10.1017/sus.2019.18
[3] https://www.cbd.int/doc/c/efb0/1f84/a892b98d2982a829962b6371/wg2020-02-03-en.pdf
[4] El modelo de los límites planetarios muestra que las empresas deben limitar el índice anual de extinción a 0,13 por millón de especies por cada billón de USD de ingresos anuales. Fuente: Butz, C., Liechti, J., Bodin, J. et al. Sustainability Science (2018) 13: 1031. https://doi.org/10.1007/s11625-018-0574-1
[5] Costanza, R., Groot, R., Sutton, P., Van der Ploeg, S. et al. (2014). Cambios en el valor global de los servicios ecosistémicos. Cambio medioambiental global. 26. 152–158. 10.1016/j.gloenvcha.2014.04.002.