La frontera azul

Por qué la huella hídrica de la humanidad es tan importante como la del carbono.

En el futuro miraremos al 2019 como el año en el que el mundo por fin tomó conciencia de su crisis medioambiental. La emergencia ha dejado de ser inminente. Ya es real. Una cifra récord de siete millones de personas fueron desplazadas por condiciones meteorológicas extremas solo en el primer semestre de 2019 –y eso fue antes de que el fuego incontrolado se extendiera por Australia y California y de que la contaminación del aire cubriera las ciudades indias.

Desde escolares hasta presidentes, el mundo está abordando ahora las emisiones de carbono con una determinación renovada. Pero hay un problema. Al centrarse exclusivamente en reducir la huella de carbono de la humanidad, se corre el riesgo de ignorar otra catástrofe latente: el agotamiento de nuestros recursos hídricos.

Más de 2.000 millones de personas ya viven en países que sufren una grave falta de agua. En 10 años, 700 millones de nosotros podríamos ser desplazados por una intensa escasez de agua.1

Evidentemente, eso no es sostenible. No solo necesitamos consumir menos agua, sino también ser más eficientes con la que utilizamos. La industria tiene una importancia crítica en este sentido, asegura David Lloyd Owen, analista político, autor y director ejecutivo de la consultora de agua Envisager.

"A nivel mundial, las empresas son responsables de alrededor del 20% del agua utilizada por la humanidad. Por lo que el papel que deben desempeñar es más relevante. La industria puede demostrar que es parte de la respuesta", afirma.

Comparación justa

Medir y comparar el uso del agua en las industrias es un primer paso vital para un mundo más eficiente en términos de agua. Aún hay un gran trabajo por delante, pero los esfuerzos están en marcha. 

Una herramienta útil es el marco de referencia de los Límites Planetarios (LP). Desarrollado por el Stockholm Resilience Centre en 2009, el modelo pretende medir el impacto medioambiental de la humanidad en nueve dimensiones, una de las cuales es el consumo del agua. Este modelo sugiere que podemos consumir hasta 4 billones de metros cúbicos de agua dulce por año sin dañar el planeta –lo que concuerda en líneas generales con el uso actual, según algunas estimaciones. Pero para 2030, se estima que la demanda de agua mundial alcance los 6,9 billones de metros cúbicos, superando con creces los suministros accesibles y fiables2.

Para que el mundo permanezca dentro de los Límites Planetarios, la investigación muestra que las empresas no deberían emplear más de 52.915 metros cúbicos de agua por cada millón de dólares de beneficios que generan3.

Las Naciones Unidas emplean una forma diferente de medir el uso del agua. Estudian cuánta actividad económica con valor añadido bruto genera una empresa (o una industria, o un país) por unidad de agua consumida. Esta medida –conocida como eficiencia de uso del agua (WUE)– está siendo promovida por la ONU como parte de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG), que pretenden garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y del saneamiento para todos. Significativamente, el Mandato del Agua CEO de la ONU permite que tales datos sean verificados por terceros. 

"Tiene el potencial para lograr que la verificación externa sea la norma", comenta Lloyd Owen.

Pero para que las calificaciones WUE sirvan para distinguir lo eficiente de lo derrochador, o incluso sirvan como la base para establecer objetivos oficiales en cuanto al consumo del agua, es importante garantizar que son realmente comparables y que reflejan verdaderamente el uso de agua de cada empresa. Por ahora, probablemente esto no es lo que ocurre. Las WUE varían considerablemente tanto entre industrias como entre empresas de la misma industria.

Fijémonos en la industria cervecera, una gran consumidora de agua. En general, la industria produce alrededor de 1.900 millones de hectolitros de cerveza anuales4, y desde el cultivo hasta el consumo utiliza al menos 60 veces más agua en el proceso5. Incluso dentro de la industria, hay enormes variaciones en el consumo de agua de una cervecera a otra.

Un grupo cervecero internacional, por ejemplo, ha obtenido una calificación WUE de 1.850 dólares de actividad económica con valor añadido bruto por metro cúbico de agua consumida, mientras que su rival solo alcanza los 270 dólares.

La cuestión es que mientras que la cervecera con mejor calificación está claramente más avanzada en el camino hacia la eficiencia hídrica, actualmente es difícil realizar una comparación justa ya que los cálculos pueden variar considerablemente.

"Esto resalta la variedad de empresas que pueden coexistir en un sector", señala Lloyd Owen. "También puede indicar la adopción de diferentes criterios en el uso del agua. Por ejemplo, ¿una empresa incluye el agua que utiliza para elaborar las materias primas mientras que otra solo incluye el agua directamente consumida?"

Para que los datos sean significativos, las empresas deben analizar el uso que hacen del agua a lo largo de toda la cadena de producción –algo que muchas de ellas actualmente no hacen. Un típico vendedor minorista de ropa, por ejemplo, utilizará relativamente poca agua directamente. Sin embargo, esto ignora el hecho de que el algodón con el que se elaboran las prendas requiere una gran cantidad de agua en su producción. Ya en la fabricación de una sola camiseta se emplean 2.700 litros de agua, sin contar la que se utilizará después para lavarla (véase gráfico).

Observar el negocio de manera aislada no solo resta importancia al papel que la empresa puede jugar en la eficiencia hídrica global (en este caso, planteando el problema a sus proveedores), sino que también resta importancia a la medida en que podría verse afectada negativamente en caso de crisis por grave escasez de agua. 

Además, no se tiene en cuenta la ubicación, lo que puede afectar en gran medida a la probabilidad de que ocurra un estrés hídrico.

Planteamiento circular

Ser eficiente en términos de agua significa utilizar menos, pero también reutilizar más. Dicho de otro modo, las industrias mundiales deben adoptar un planteamiento de economía circular para tratar las aguas residuales como un recurso más que como algo que tiene que eliminarse. La supervisión de procesos en tiempo real y el control de la utilización del agua son particularmente importantes para lograr ese objetivo, ya que permiten a las empresas desarrollar procesos de fabricación teniendo en mente la eficiencia hídrica.

Algunas industrias utilizan claramente más agua que otras y, por ello, tienen un mayor margen para impulsar el cambio y obtener los beneficios asociados. Los servicios públicos o las empresas dedicadas a la producción alimentaria son candidatos evidentes. Pero también hay otros consumidores de agua menos evidentes. Una típica planta de fabricación de semiconductores, por ejemplo, utiliza entre 7,5 y 15 millones de litros de agua ultrapura al día, lo que significa que los beneficios de la eficiencia podrían ser considerables.

"El potencial de innovación y su impacto potencial es presumiblemente mayor que nunca antes en los últimos 100 a 150 años", según Lloyd Owen, quien resalta los sistemas inteligentes de supervisión y gestión del agua como elementos que servirán para cambiar radical y positivamente los niveles de eficiencia hídrica en el ámbito industrial.

Las razones para actuar son sólidas: las empresas que no adopten la eficiencia hídrica se enfrentan a mayores riesgos no solo por la escasez de agua, sino también por los cambios en la reglamentación y la creciente sensibilización sobre los problemas medioambientales entre los consumidores. Ser más eficiente también tiene sentido desde el punto de vista económico, ya que refuerza la reputación de la empresa y reduce los riesgos relacionados con el agua, ya sea en forma de sanciones económicas o de dificultades de fabricación. 

La escasez de agua es un problema tan grave como las emisiones de carbono. Es hora de que el mundo empresarial reaccione antes de que sea demasiado tarde. 

[1] UNESCO
[2] Grupo de Recursos Hídricos 2030, "Charting Our Water Future" 
[3] "Towards defining an environmental investment universe within planetary boundaries", C.Butz et al, 2018 
[4] Barth Report Hops 2018-9
[5] "Water Futures", WWF, SABMiller, GTZ, 2010
[6] Morgan Stanley, "The World's water crisis and industries at risk", 2019